Cardocchia no utiliza fertilizantes químicos ni pesticidas y la viña es abonada exclusivamente con el estiércol de los establos donde el ganado se cría en un entorno biológico.
La lucha contra el hongo parásito y el mildiu, los principales enemigos de la vid, se lleva con azufre y cobre. A diferencia de los productos químicos que entran en el sistema linfático de la planta, éstos son productos de contacto que se aferran a la hoja y se lavan cuando llueve.
A pesar de que la compañía cuenta con un tanque de recolección de las aguas pluviales, estas se utilizan sólo para el riego de las hortalizas y nunca de la viña; por lo tanto, la viña es mucho más saludable y las uvas cosechadas no tienen tanto moho y no están sujetas al ataque de la podredumbre. Además, las viñas no regadas empujan la raíz en el suelo en busca de agua, extrayendo minerales y otros nutrientes que compondrán la riqueza del sabor, la textura y el aroma del vino.
La compañía Cardocchia ha sido biológicamente certificada por el Instituto CCPB por más de 23 años, teniendo el objetivo de mantener un control constante de los productos; esta certificación es importante y representa el amor por la naturaleza que se transmite desde el pasado.